sábado, 10 de septiembre de 2016

Un mar rojo.

El dolor atraviesa mi vientre
y siento algo romperse.
Las 20:48: me desangro.

De mi cuerpo brota la sangre,
también los miedos,
las preocupaciones.

Me desprendo de aquello que no quiero,
que ya sobra.

Mi cuerpo es un bosque:
lo atraviesa un río carmesí,
lo habitan mil sentimientos.

Un bosque que quizá un día desaparezca
pero que hoy,
ahora,
florece lleno de vida.

3 comentarios:

  1. Un jardín en el pecho.
    Todos los jardines.

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    Respuestas
    1. Qué pena regar algunos jardines con tantas lágrimas. Quizá se inunden.

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    2. Qué pena regar algunos jardines con tantas lágrimas. Quizá se inunden.

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