Abre los
ojos. Apaga el despertador. Vuelve a cerrar los ojos y respira hondo. Quédate
un par de minutos más en la cama. Retira las sábanas lentamente, no hay prisa
por empezar el día. Pon los pies desnudos en el suelo y deja que un escalofrió
te recorra la espina dorsal. Arrastra con pesadez las piernas hasta el baño.
Procura no hacer mucho ruido. Abre el grifo. Mete la cara bajo el agua fría y
deja que tu cara se adapte. Trata de domar el lío de rizos que es en ese
momento tu cabeza. Inténtalo unos minutos. Pierde la esperanza tras varios
intentos. Vuelve a tu habitación. Busca ropa en un armario desordenado. Coge lo
primero que encuentres. Vístete tranquila. No hay prisa. Busca una zapatilla.
Luego otra. Encuéntrala en la escalera. Póntelas y mira fijamente los agujeros
que tienen. Piensa en comprarte unas nuevas. Desecha la idea rápidamente. Baja
las escaleras con cuidado, recuerda todas las veces que te has caído por ellas.
Prepárate algo de desayuno. Aunque no quieras comer nada. Oblígate. Cuando
acabes, lleva la taza al fregadero y lávala. Cuando hayas acabado apóyate en la
encimera y deja volar la mente. No enciendas la luz aunque fuera esté nublado y
dentro todo esté a oscuras. Siente como el borde de la encimera se clava al
final de tu espalda. Deja la vista fija en un punto. Mira sin ver realmente
nada. Olvida que el tiempo existe, que las manecillas del reloj se mueven sin
descanso. Olvida las horas. Y los minutos. Imagina que has parado el tiempo.
Y la vida.
Vuelve a la
realidad. Mira el reloj. ¿Cuánto llevas así? Quizá horas. Puede que solo
segundos. Entonces rompe a llorar. Porque sí. Porque lo necesitas. Porque nadie
lo va a hacer por ti. Llora todo lo que no has llorado en tu vida. Saca cada
palabra, cada mentira, cada recuerdo que tienes clavado entre las vértebras.
Rómpete.
Que eres una
bomba de relojería.
De esas que
nunca sabes cuándo van a explotar. Hasta que explotan.
ésto sinceramente llegó a lo más profundo de mí y no niego que los ojos se me han llenado de agua. Cómo es que tienes tal capacidad para relatar algo que yo he sentido hace tiempo? hoy no y que bueno que no, pero otros días y más, uff, mucho más que sólo algunos.
ResponderEliminarGracias por escribir.
Mil gracias a ti por tus palabras.
Eliminarésto sinceramente llegó a lo más profundo de mí y no niego que los ojos se me han llenado de agua. Cómo es que tienes tal capacidad para relatar algo que yo he sentido hace tiempo? hoy no y que bueno que no, pero otros días y más, uff, mucho más que sólo algunos.
ResponderEliminarGracias por escribir.