domingo, 1 de noviembre de 2015

Este frío sana.



Tengo el frio dentro. Clava sus uñas en mi nuca y se desliza por mi espalda. Llega a los dedos de los pies y los asfixia. Tengo los dedos azules, no pueden podemos respirar.

Y sin embargo me gusta. Me gusta el castañeo de mis dientes, perderme en abrigos gruesos y grandes. Me gusta que el cansancio me venza bajo una manta en el sofá un lunes cualquiera.

Y me preguntan cómo puedo sonreír con este frío que nos congela las intenciones.

Porque nací unos días antes de que acabara el invierno. A última hora. Con prisas. Como si no quisiera pertenecer a otra estación, a otro hogar.

Estoy hecha de hielo y frío. Menos mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario